lunes, 19 de abril de 2010

EXPRESIONISMO

EL GRITO DE MUNCH

El expresionismo suele ser entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad. Entendido de esta forma, el expresionismo es extrapolable a cualquier época y espacio geográfico.

Con sus colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y del período de entreguerras (1918-1939). Esa amargura provocó un deseo vehemente de cambiar la vida, de buscar nuevas dimensiones a la imaginación y de renovar los lenguajes artísticos. El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía de la expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos –lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido–. Intentó reflejar una visión subjetiva, una deformación emocional de la realidad, a través del carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior. Entendido como una genuina expresión del alma alemana, su carácter existencialista, su anhelo metafísico y la visión trágica del ser humano en el mundo le hicieron reflejo de una concepción existencial liberada al mundo del espíritu y a la preocupación por la vida y la muerte, concepción que se suele calificar de "nórdica" por asociarse al temperamento que tópicamente se identifica con el estereotipo de los países del norte de Europa. Fiel reflejo de las circunstancias históricas en que se desarrolló, el expresionismo reveló el lado pesimista de la vida, la angustia existencial del individuo, que en la sociedad moderna, industrializada, se ve alienado, aislado. Así, mediante la distorsión de la realidad pretendían impactar al espectador, llegar a su lado más emotivo e interior.

El expresionismo no fue un movimiento homogéneo, sino de gran diversidad estilística: hay un expresionismo modernista (Munch), fauvista (Rouault), cubista y futurista (Die Brücke), surrealista (Klee), abstracto (Kandinski), etc. Aunque su mayor centro de difusión se dio en Alemania, también se percibe en otros artistas europeos (Modigliani, Chagall, Soutine, Permeke) y americanos (Orozco, Rivera, Siqueiros, Portinari).

Edvard Munch (Løten, 12 de diciembre de 1863 - Ekely, 23 de enero de 1944) fue un pintor y grabador noruego de la corriente expresionista. Sus evocativas obras sobre la angustia influyeron profundamente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX.

El pintor decía de sí mismo que, del mismo modo que Leonardo da Vinci había estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él intentaba diseccionar almas. Por ello, los temas más frecuentes en su obra fueron los relacionados con los sentimientos y las tragedias humanas, como la soledad (Melancolía), la angustia (El Grito, tal vez su mejor obra), la muerte (Muerte de un bohemio) y el erotismo (Amantes, El beso). Se le considera precursor del expresionismo, por la fuerte expresividad de los rostros y las actitudes de sus figuras, además del mejor pintor noruego de todos los tiempos.

EL GRITO:

Pintura expresionista que se encuentra en la Galería Nacional de Oslo y fue completada en 1893. Otras dos versiones del cuadro se encuentran en el Museo Munch, también en Oslo, mientras que una cuarta versión pertenece a una colección particular. Munch realizó también una litografía con el mismo título.El cuadro es abundante en colores rojizos de fondo, colores oscuros y la figura principal es una persona aparentemente sin cabello en un sendero con vallas que se pierde de vista fuera de la escena. Esta figura está gritando, con una expresión de desesperación. En el fondo, casi fuera de escena, se notan dos figuras con sombrero que no se pueden distinguir. El cielo parece fluido y arremolinado, de colores rojizos cambiantes, igual de arremolinado que el resto del fondo.

POSTIMPRESIONISMO

CAMPOS EN CORDEVILLE, EN AUVERS-SUR-OISE DE VAN GOGH



LAS MUJERES DE TAHITÍ (EN LA PLAYA) PAUL GAUGUIN


Posimpresionismo o postimpresionismo es un término histórico-artístico que se aplica a los estilos pictóricos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX posteriores al impresionismo. Fue acuñado por el crítico británico Roger Fry con motivo de una exposición de pinturas de Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh que se celebró en Londres en el año 1910. Este término engloba en realidad diversos estilos personales planteándolos como una extensión del impresionismo y a la vez como un rechazo a las limitaciones de éste. Los postimpresionistas continuaron utilizando colores vivos, una aplicación compacta de la pintura, pinceladas distinguibles y temas de la vida real, pero intentaron llevar más emoción y expresión a su pintura.

Aunque los postimpresionistas basaron su obra en el uso del color experimentado por los impresionistas, reaccionaron contra el deseo de reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo.

Eugène Henri Paul Gauguin (París, 7 de junio de 1848 - Atuona, Islas Marquesas, 9 de mayo de 1903) fue un pintor posimpresionista. Jefe de filas de la Escuela de Pont-Aven e inspirador de los Nabis, su obra está considerada entre las más importantes de entre los pintores franceses del Siglo XIX.

Sus experimentos sobre el color y el conjunto de su obra influyeron en la evolución de la pintura, en especial sobre el fauvismo, movimiento que se desarrolla entre 1898 y 1908.

Vincent Willem van Gogh (Zundert, Países Bajos, 30 de marzo de 1853 – Auvers-sur-Oise, Francia, 29 de julio de 1890) fue un pintor holandés, uno de los principales exponentes del posimpresionismo. Pintó 900 cuadros (de ellos 27 autorretratos y 148 acuarelas) y 1.600 dibujos. La figura central en su vida fue su hermano menor Theo, quien continua y desinteresadamente le prestó apoyo financiero. La gran amistad entre ellos está documentada en las numerosas cartas que se intercambiaron desde agosto de 1872. Para Theo fueron 650 de sus 800 cartas conservadas.

La calidad de su obra sólo fue reconocida después de su muerte considerándose una de los grandes maestros de la pintura. Tuvo una gran influencia en el arte del siglo XX, especialmente entre los expresionistas alemanes y los fauvistas como Derain, Vlaminck y Kees Van Dongen. Por medio de numerosas reproducciones muchas de sus obras son muy conocidas y se encuentran profundamente enraizadas en la consciencia artística general y mantienen su actualidad en todo el mundo.

CAMPOS EN CORDEVILLE, EN AUVERS-SUR-OISE:

Este es el primer cuadro que pintó después de su recuperación. Se nota un uso particular de los colores fríos como los verdes, los azules y el violeta: los colores cálidos característicos de las obras precedentes son escasos. Los árboles y la hierba parecen movidos por un fuerte viento y las nubes recuerdan las formas de arremolinadas de La noche estrellada. La casa parece desaparecer en medio del verde dominante.

LAS MUJERES DE TAHITÍ (EN LA PLAYA):

Está realizado en óleo sobre lienzo.

Una de las mujeres, la que queda a la izquierda del cuadro, viste a la manera tradicional, con ornamentación esquemática y plana que recuerda las estampas japonesas. Sin embargo, la de la derecha viste un vestido rosa típico de las misioneras. En una versión posterior del mismo tema sustituyó este vestido por un pareo.

Está pintado con la técnica conocida como «cloisonismo»: encierra con trazos negros o azul de Prusia los colores planos. Destaca la monumentalidad del cuerpo humano, así como la perspectiva, forzada, que deforma los cuerpos.


NEOIMPRESIONISMO

TARDE DE DOMIGNO EN LA ISLA DE LA GRANDE JATTE DE SEURAT


El neoimpresionismo significa descomposición prismática de los colores y su mezcla a través del ojo del espectador, a la cual va unido el respeto por las leyes eternas del arte: ritmo, simetría, contraste. Este modo de pintar es la consecuencia necesaria del impresionismo. Así como la técnica de los impresionistas es instintiva y fugaz, en igual medida la de los neoimpresionistas es meditada y constante. Tal como los impresionistas usan en su paleta colores puros, pero bajo ningún concepto admiten una mezcla en la paleta, salvo la mezcla de colores vecinos en el círculo, estos, matizados entre sí, y aclarados con el blanco, engendra la multiplicidad de los colores del prisma y todas sus graduaciones.

El objeto de la descomposición de los colores es conferir al color el mayor esplendor posible, crear en el ojo -mediante la mezcla de las partículas de color yuxtapuestas- una luz coloreada, el brillo de la luz y los colores de la naturaleza.

Los cuadros neoimpresionistas no son estudios ni cuadros de caballete: son ejemplos de un arte de gran despliegue decorativo, que sacrifica la anécdota a la línea, el análisis a la síntesis, lo fugaz a lo perdurable, y confiere a la naturaleza -tan hastiada ya de que se la reproduzca en forma dudosa- una verdad intangible.

Georges Pierre Seurat (2 de diciembre de 1859 – 29 de marzo de 1891) fue un pintor francés y el fundador del Neoimpresionismo. Su trabajo Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte es uno de los íconos de la pintura del siglo XIX.

Seurat nace en París en el seno de una familia modesta, pero desahogada económicamente, lo que le permitirá mantener durante toda su vida una inusual posición de independencia respecto a los imperativos del mercado artístico y perseverar en una obra radical, que apenas encontrana compradores.
Tras asistir a la escuela municipal de dibujo, con 18 años es admitido en la Escuela de Bellas Artes y se inscribe como alumno en el estudio de Henri Lehmann, un discípulo de Ingres. Estudiante poco brillante, sus abundantes lecturas le permiten escapar de un ambiente de mediocre academicismo. En esta época descubre las teorías científicas de los colores de Eugéne Chevreul y de Ogden Nicholas Rood, estudia con detenimiento el Tratado de pintura de Leonardo da Vinci y se interesa por las investigaciones de Maxwell sobre la naturaleza física de la luz.

TARDE DE DOMIGNO EN LA ISLA DE LA GRANDE JATTE:

Seurat pasó dos años pintando el cuadro, concentrándose escrupulosamente en el paisaje del parque. Rehizo varias veces el original y completó numerosos bocetos y esquemas preliminares. Se sentaba a menudo en los jardines y hacía numerosos bocetos de las distintas figuras a fin de perfeccionarlas. Puso especial cuidado en el uso del color, luz y formas. El cuadro tiene aproximadamente 2x3 m. Fue expuesto por primera vez en la octava exposición colectiva del grupo impresionista, en 1886.

Basado en el estudio de la teoría óptica del color, contrastó puntos minúsculos de color que, a través de la unificación óptica, forman una figura coherente en el ojo del observador. Creía que esta forma de pintura, conocida luego como puntillismo, haría los colores más brillantes y fuertes que pintados a pinceladas. Para hacer la experiencia aún más realista, rodeó el cuadro con una trama de puntos que a su vez limitó con un marco simple de madera clara, de esta forma se lo exhibe aún en el Instituto de Arte de Chicago.

TARDE DE DOMIGNO EN LA ISLA DE LA GRANDE JATTE:

Seurat pasó dos años pintando el cuadro, concentrándose escrupulosamente en el paisaje del parque. Rehizo varias veces el original y completó numerosos bocetos y esquemas preliminares. Se sentaba a menudo en los jardines y hacía numerosos bocetos de las distintas figuras a fin de perfeccionarlas. Puso especial cuidado en el uso del color, luz y formas. El cuadro tiene aproximadamente 2x3 m. Fue expuesto por primera vez en la octava exposición colectiva del grupo impresionista, en 1886.

Basado en el estudio de la teoría óptica del color, contrastó puntos minúsculos de color que, a través de la unificación óptica, forman una figura coherente en el ojo del observador. Creía que esta forma de pintura, conocida luego como puntillismo, haría los colores más brillantes y fuertes que pintados a pinceladas. Para hacer la experiencia aún más realista, rodeó el cuadro con una trama de puntos que a su vez limitó con un marco simple de madera clara, de esta forma se lo exhibe aún en el Instituto de Arte de Chicago.


IMPRESIONISMO


El movimiento plástico impresionista se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XIX en Europa —principalmente en Francia— caracterizado, a grandes rasgos, por el intento de plasmar la luz (la «impresión» visual) y el instante, sin reparar en la identidad de aquello que la proyectaba. Es decir, si sus antecesores pintaban formas con identidad, los impresionistas pintarán el momento de luz, más allá de las formas que subyacen bajo éste. El movimiento fue bautizado por la crítica como Impresionismo con ironía y escepticismo respecto al cuadro de Monet Impresión: sol naciente. Siendo diametralmente opuesto a la pintura metafísica, su importancia es clave en el desarrollo del arte posterior, especialmente del postimpresionismo y las vanguardias.

Claude-Oscar Monet (París, Francia, 14 de noviembre de 1840 - Giverny, 5 de diciembre de 1926) fue un pintor impresionista francés.

Siempre se ha considerado a Monet como el máximo representante del Impresionismo. Indudablemente, Monet es un impresionista puro, él nunca abandonó sus planteamientos. A lo largo de su dilatada carrera, llegó a ejecutar cerca de tres mil cuadros. Su máxima preocupación es plamar la vibración cromático-lumínica en sus lienzos. En sus temas la luz engendra el color y la forma. Su retina capta hábilmente el reflejo de la luz en cualquier lugar: en una superficie acuática, en un suelo nevado o en la portada de una catedral. Sus temas preferidos son las marinas, escenas fluviales y paisajes. En su infatigable investigación de la incidencia de la luz, observa que ésta varía con el paso del tiempo, y así se producen múltiples efectos que intenta rescatar con su ágil y rápida pincelada.

Nunca derivó hacia otras corrientes artísticas, sino que se mantuvo fiel al Impresionismo hasta su muerte. Destacan otros casos como el de Cézanne, que hace del Impresionismo, un personalísimo estilo que camina por cauces diferentes. Otros pintores impresionistas pero de personalidad distinta a la de Monet son Degas y Renoir, no por ello menos importantes.

Monet fue un gran amante de la cultura y arte japonés. De ahí, que se construyera un jardín a la oriental, con un puente y con nenúfares. Este fue un buen lugar para refugiarse en sus últimos años. En este tiempo, un Monet casi ciego se deja "iluminar" por una luz limpia incidiendo en el agua de su estanque y en todo lo que le rodea. Ello le lleva a crear pinturas restallantes de vida, verdaderas "sinfonías cromáticas".

IMPRESIÓN DEL SOL NACIENTE:

El artista pretendía reflejar lo cambiante de un mundo que carecía de estabilidad por el hecho de estar inmerso en una atmósfera en continuo movimiento; con este fin representó la bola de fuego del sol en el momento de elevarse en el horizonte y enviar sus rayos a través de las nubes para que se reflejaran en las tranquilas aguas del puerto.


REALISMO


El Realismo pictórico, es un movimiento que intenta plasmar objetivamente la realidad. Se extiende a todos los campos de la creación humana aunque tuvo una importancia especial en la literatura. En el caso concreto de las artes plásticas, el realismo consigue la máxima expresión en Francia, casi exactamente, en la mitad del siglo XIX.
El objetivo del Realismo era conseguir representar el mundo del momento de una manera verídica, objetiva e imparcial. Por lo tanto, el Realismo no puede idealizar. El manifiesto se basaba en lo siguiente:
* La única fuente de inspiración en el arte es la realidad.
* No admite ningún tipo de belleza preconcebida. La única belleza válida es la que suministra la realidad, y el artista lo que debe hacer es reproducir esta realidad sin embellecerla.
* Cada ser u objeto tiene su belleza peculiar, que es la que debe descubrir el artista.


Jean-François Millet (4 de octubre de 1814- 20 de enero de1875) fue un pintor realista y uno de los fundadores de la Eacuela Barbizon en la Francia rural. Se destaca por sus escenas de campesinos y granjeros, donde quiere expresar la inocencia del hombre campesino en contraposición a la degradación que acompaña al ciudadano inmerso en la sociedad industrial.

LAS ESPIGADORAS:

El cuadro más famoso de Millet es Las espigadoras (1848), representando la pobreza de unas mujeres campesinas inclinadas en el campo para recoger las sobras de los campos cosechados, es una potente y eterna declaración sobre la clase obrera. Hoy en día esa obra se encuentra en París, y es exhibida en el Museo d'Orsay.
Recoger lo que ha sido dejado después de la cosecha era visto como uno de los trabajos más denigrantes de la sociedad. Sin embargo, Millet describe a las mujeres de forma heroica, de forma tal que son lo principal en la pintura. Previamente, había pintado sirvientes, pero generalmente en un segundo plano, con un noble o un rey siendo el personaje principal. La forma de las tres figuras, casi como una silueta contra la iluminación del campo, muestran balance y armonía.




ROMANTICISMO


LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO DE EUGENE DELACROIX

El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y elClasisismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.

Se desarrolló fundamentalmente en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Alemania a Inglaterra, Francia, Italia, España, Rusia, Polonia, Estados Unidos y las recién nacidas repúblicas hispanoamericanas. Posteriormente, se fragmentó o transformó en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, subsumidas en la denominación general de Post-romanticismo, una derivación del cual fue el llamado Modernismo hispanoamericano y español. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, el arte y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el Surrealimso, llevó al extremo los postulados románticos.

Eugene Delacroix fue un pintor francés cuya obra constituye un gran exponente del romanticismo del siglo XIX y cuya influencia se extendió hasta los impresionistas. Delacroix nació el 26 de abril de 1798 en Charenton-Saint Maurice, y fue discípulo del pintor francés Pierre Guérin. Recibió una formación neoclásica dentro de la escuela del pintor francés Jacques-Louis David, pero su estilo se vio influenciado por el rico colorido y la opulencia de maestros anteriores, como Petrus Paulus Rubens y Pablo Veronés. También absorbió el espíritu de su contemporáneo Théodore Géricault, cuyas primeras obras representan la acción violenta, el amor a la libertad y el romanticismo en ciernes del turbulento periodo postnapoleónico. La carrera artística de Delacroix empezó en 1822 cuando su primer cuadro, Dante y Virgilio en los infiernos (1822, Louvre, París), fue aceptado en el Salón de París. En 1824 obtuvo un gran éxito popular con Las matanzas de Kíos (Louvre), que representa el tema heroico de la lucha de los griegos por la independencia. En 1825 viajó a Inglaterra donde estudió la obra de los pintores ingleses.


LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO:
El lienzo representa una escena del 28 de julio de 1830 en la que el pueblo de París levantó barricadas. El rey Carlos X de Francia había suprimido el parlamento por decreto y tenía la intención de restringir la libertad de prensa. Los disturbios iniciales se convirtieron en un levantamiento que desembocó en una revolución seguida por ciudadanos enojados de todas las clases sociales. No existió un único cabecilla. Por eso Delacroix representa a la Libertad como guía que conduce al pueblo. Tampoco está representada de una forma abstracta, sino que es una figura alegórica muy sensual y real.

El espectador sólo tiene dos posibilidades, el unirse a la masa, o el ser arrasado por ella. El pueblo es la unión de clases: se representa al burgués con su sombrero de copa y empuñando el fusil, al lado un andrajoso y un herido que pide clemencia a Francia. Al fondo aparecen brumas y humos de la batalla que diluyen un barrio francés bastante realista. A los pies de la Libertad un moribundo la mira fijamente indicándonos que ha valido la pena morir por ella.

Hay una estructura en forma de pirámide con los muertos por la libertad en la base y la libertad en la cima sosteniendo en la mano derecha la bandera tricolor y en la mano izquierda un rifle. El ligero pincel de Delacroix y la fuerza luminosa de sus colores exaltan la vitalidad de sus cuadros. Para aumentar la tensión y el movimiento añadió contrastes complementarios junto a la oposición de los claroscuros. El color para Delacroix no solo tenía un valor de representación, sino sobre todo un significado emocional propio, con el que el pintor intentaba plasmar sobre el lienzo el sentimiento y la disposición de ánimo de las personas. De fondo se ve el cielo de París tormentoso (otra característica romántica).

Se utilizan colores pálidos con pinceladas sueltas destacando el azul, el rojo y el blanco de la bandera.